miércoles, 31 de enero de 2007

Martín Hache

...eso de extrañar, la nostalgia y todo eso, es un falso; no se extraña un país, se extraña el barrio en todo caso pero también extrañas si te mudas a dos cuadras.
El que se siente patriota, el que se cree que pertenece a un país, es un tarado mental, la patria es un invento.
Que tengo que ver yo con un tocumano o con un salteño. Son tan ajenos a mi como un catalan o un portugues. Estadisticas. Numeros sin cara. Uno se siente parte de muy poca gente, tu país son tus amigos y eso sí se extraña.
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Me seducen las mentes, me seduce la inteligencia, me seduce una cara y un cuerpo cuando veo a una mente que los mueve y que vale la pena conocer. Conocer, poseer, dominar, admirar. La mente Hache, yo hago el amor con las mentes, ¡hay que follarse a las mentes!

jueves, 25 de enero de 2007

La tentación de existir - pesimismo filosófico E.M.CIORAN -

Me pregunto muchas veces porqué soy así, porque tengo que ser tan consciente de que la vida es una mierda, que tal como la vivimos, tal como la sociedad nos impone una rutina, unas obligaciones, unas normas, unas prohibiciones,... es difícil vivir, es un sinsentido, esto no es vida, y a veces pienso que para vivir así, mejor no vivir.

Hay quién se pone metas, objetivos, cree en algo: en un dios, en el amor,... pero es difícil creer en algo, sino crees siquiera en ti mismo y en que tiene algún sentido el que cada día te levantes, vayas al trabajo, te conviertas en una especie de máquina durante unas ocho horas y luego vuelta a casa,.... ... ... ... y así día tras día.

Nadie está contento y sin embargo no hacemos nada por cambiar las cosas porque no sabemos qué es lo que podemos hacer, no sabemos cual es la solución porque no la hay, la única solución, y aunque parezca absurda, es vivir en una dulce ignorancia, ser un iluso, un estúpido que no piensa ni ve más allá que lo que alcance su mirada. No aspirar a nada más que las migajas del pastel que caigan en tus manos, y ya está, ser un conformista, sin apenas voluntad ni decisión, una especie de marioneta que ni de moverse se preocupa porque ya hay otros que se encargan de ello.

No vale la pena, ¿para qué?... en fin, vivo aburrido y escéptico. ¿La amistad? ¿el amor? ¿la familia?, conceptos que poco me dicen ya, y quizás no sea por desengaños sino porque no creo en sentimientos que son imposibles en una sociedad como esta, o en una vida como esta. El hombre está condenado a no vivir en paz nunca, allá donde vaya, se sentirá obligado a cambiarlo todo y a adaptarlo a su gusto, con la excusa de que es lo mejor. Así va destruyéndolo todo y creando mierda a su alrededor, porque si algo hay perdurable que pueda crear el hombre es mierda: suciedad y basura allá por donde pasa.
No existe un dios, no existe un diablo, estamos solos ante nuestro destino y de él deberíamos ser dueños, pero no es así, nos imponemos normas, absurdas en su mayoría para dominar la vida y las acciones de los demás. No existe un dios, no existe un diablo, porque si así fuese, ya se hubiesen encargado de destruir la humanidad, en vista de lo imperfecto de su naturaleza.

El hombre es un gran fallo en la naturaleza, una imperfección, un virus que mata poco a poco. Quizás existan, y quizás no lo destruyen ¿porqué quién creería entonces en ellos?, ¿cual seria la razón de su 'existencia', ya que el hombre es el único ser 'racional' sobre este planeta que puede crear y creer en cosas irreales como entes superiores, ¿quién entonces iba a creer en ellos?, ¿quién iba a adorarlos y a alimentar su vanidad?.
No creo que le haya pedido demasiado a la vida, en realidad bien poco, esperaba algo más y ese algo más no ha llegado y no llegará (me temo).

Sinceramente me gustaría estar a gusto con lo que tengo, y es eso precisamente lo que quiero pero no lo consigo, siempre quiero algo diferente a lo que tengo y cuando obtengo ese algo distinto (cuando lo logro) parece que ya no es tan bueno como pensaba o parecía, y es cuando miro hacia otro lado (para tratar de olvidar de eso que tengo y que no es lo que yo quería) y descubro que no, que estaba equivocado, que precisamente esta ahí, mi meta, mi objetivo, mis anhelos están ahí, y comienza la lucha otra vez para tratar de obtener ese otro 'caramelo' que he visto, y que llena otra vez mi vida con una ilusión, una nueva meta a conseguir.

Pero la magia siempre desaparece cuando lo consigo, en los casos que no lo consigo, esa es la razón de mi malestar, de mi 'desgracia', el no conseguirlo, porque así justifico mi insatisfacción, mi desgana de vivir, mi completa indiferencia ante los acontecimientos. Saber esto y no saber que hacer para solucionarlo es desesperante. Cuando hace años tuve la lucidez de intentar suicidarme, ese creo que fue el momento más pleno y consciente de toda mi vida, el más real y más consecuente. Nada hay en esta vida que pueda llenar este enorme e insaciable agujero negro que anida en mi interior, todo se lo traga y desaparece como si nunca hubiese existido.

El Vacío es mi sino y mi sentido de vivir, porque cuando eres joven te engañan con falsas promesas e ilusiones sobre la vida, y nada de ello es cierto.

La vida no es gran cosa, además de no darte nada, es simplemente una estancia en una gran mansión, la cual no es más que la estancia contigua ni menos que la otra ni la de más allá,... todas son igual de insignificantes y carentes de sentido, porque no existe ese sentido que nos empeñamos en imprimir a todos nuestros actos y a todas nuestras decisiones. Nada de lo que hagamos va a cambiar nada realmente, nada,... porque nada somos y en nada nos convertiremos, por los siglos de los siglos hasta el final de esta mierda de mundo.
La gente me produce asco, tengo asco hasta de mi mismo. Deseo una destrucción completa de todo lo humano, incluidos ellos e incluido yo, ya que no soy especial ni mejor que ellos. Soy una mierda más puesta en este mundo sin mi aprobación. 27 años son más que suficientes para poder soportar todo este absurdo que me rodea y que me invade, es suficiente para ver que todo lo que hacemos no servirá de nada, que ningún sentido tiene seguir sufriendo y siguiendo una rutina estúpida que no nos conduce a nada. Mierda de vida, mierda de sociedad, mierda de gente, mierda de sistema,... MIERDA, mi palabra favorita, sólo ella es capaz de describir sin esfuerzo mis pensamientos.

Madrugo por las mañanas y pienso con ironía: "¡Bien, otro día más sobre este planeta!. Levantémonos, vamos a producir la ración de basura de hoy.". Me levanto, no sin un gran esfuerzo de voluntad (la cual hay que reconocer es considerable, me pregunto de dónde sale), toso (el tabaco dicen que mata, poco a poco). Salgo de casa, con ojos dormidos, mi mente todavía atontada, los cascos de mi discman en mis oídos (la música es lo único que soporto a esas horas, y casi es lo único que soportaría a cualquier hora).

Me dirijo con paso raudo a la estación de tren, que me llevará a mi y al resto de las abejas obreras a esos campos de concentración mal llamados empresas. Cuando llego, mi cara (ya con un rictus de amarga tristeza) empeora hacia un enfado que no puedo dirigir contra nadie, porque nadie es culpable y al mismo tiempo, lo somos todos y hacia todos lo dirijo. No hablo, apenas saludo (¿Buenos días?, no para mi, desde luego), me siento en mi cubiculo, en mi celda. Aun encima, es verano, hace calor, y el aire acondicionado crea una malsana atmósfera artificial que perjudica más mis pulmones, ya jodidos por el tabaco. Al cabo de un rato, llega el jefe, ese temible bastardo, que se cree algo, que se cree que nos posee, cuando realmente no tiene nada, realmente no es nada, nada más que otra mierda con patas que camina con una falsa seguridad en si mismo. Me río de su seguridad, me río de su ficticio poder, porque cuando la muerte llega (y afortunadamente siempre llega) nada de lo que tiene o cree tener, le va a impedir pudrirse bajo tierra entre los gusanos. Tomo un café, el estimulante que necesito para mantenerme despierto y no caer en el sopor del aburrimiento, y en un sueño que trata de apoderarse de mi ser. Un sueño que realmente seria bienvenido, y mejor aprovechado que estas horas muertas de mi vida que paso aquí encerrado entre estas cuatro paredes mugrientas.

¿Por qué no dejarlo?, ¿por qué no escapar?... sí, suena bien... ser libre, romper las cadenas... pero es irreal. Si sigo vivo (cosa que continuamente me planteo) y tal como están las cosas, necesito dinero para comer, pagar una vivienda, ... Y no me pienso convertir en un vagabundo, porque ya es bastante dura y asquerosa la vida como para aún encima tener que depender de la caridad humana. No, para ser libre realmente, sólo hay una solución: la muerte. Aunque no haya nada después de ella, cosa que no sé, es la única salida para ser libre, realmente libre. Se terminan entonces las ataduras, trabajar, pagar, llorar, sufrir, reír, soñar, enfermar, el miedo, el amor, el odio, ... Sólo necesito el método adecuado y podré hacerlo, porque hasta ahora, he fallado.

miércoles, 24 de enero de 2007

Más lugares comunes

Fernando: Guarden los apuntes. No vamos a hablar de Rayuela. Terminen de leerlo los que no lo hayan hecho y léanlo bien, no se dejen engañar por la forma o por el humor de Cortázar: es la historia de amor más desgarrada que conozco.
Mientras habla se levanta de su asiento y se acerca a la primera fila de alumnos.
Fernando: ¿Alguien tiene un cigarrillo? Y fuego. Gracias.
Se lo dan, sorprendidos. Lo enciende mientras vuelve a su tarima, sin dejar de hablarles. Algún alumno pregunta si a partir de ahora se puede fumar. Fernando asiente con un gesto.
Fernando: Espero que sientan el mismo placer que sentí yo al leerla. Si no les mueve un pedo, los que se joden son ustedes.Cuando termine el año casi todos serán profesores. De literatura no saben demasiado, pero es suficiente para empezar a enseñar. Eso no es lo que me preocupa. Me preocupa que tengan siempre presente que enseñar quiere decir mostrar. Mostrar no es adoctrinar, es dar información pero dando también, el método para entender, analizar, razonar y cuestionar una información.
Algunos alumnos lo escuchan con atención. Otros están obviamente distraídos o abstraídos en garabatear las hojas de un bloc de apuntes.
Fernando: Si alguno de ustedes es un deficiente mental y cree en verdades reveladas, dogmas religiosos o doctrinas políticas, sería saludable que se dedicaran a otra profesión, a predicar en un templo o desde una tribuna. Si por desgracia siguen en esto, traten de dejar las supersticiones en el pasillo antes de entrar al aula.No obliguen a sus alumnos a estudiar de memoria, no sirve. Lo que se impone por la fuerza se rechaza y en poco tiempo se borra. Ningún chico será mejor persona por saber de memoria en qué año nació Cervantes. Pónganse como meta hacerlos pensar, que duden, que se hagan preguntas. No los valoren por las respuestas, las respuestas no son la verdad, buscan una verdad que siempre será relativa. Las mejores preguntas son las que se vienen repitiendo desde los filósofos griegos. Muchas ya son lugares comunes, pero no pierden vigencia: Qué, cómo, cuándo, dónde, por qué. Si en esto también aceptamos eso de que "la meta es el camino", no nos sirve como respuesta. Describe la tragedia, pero no la explica. Hay una misión o un mandato que quiero que cumplan. Es una misión que nadie les ha dado pero que yo espero que ustedes, como maestros, se impongan a sí mismos: despierten en sus alumnos el dolor de la lucidez. Sin límites. Sin piedad.

viernes, 19 de enero de 2007

Juventud

Cuando la besa, si es que la besa, lo hace por obligación, porque si el sexo no es la razón de que dos adultos se hayan encerrado en un espacio vital tan incómodo y apretado, ¿qué otro motivo pueden tener para estar allí?
¿Tiene que ser todo tan cruel? Seguro que existe alguna forma de cohabitación en la que el hombre ymujer comen juntos, viven juntos y no obstante permanecen inmersos en sus respectivas exploraciones interiores...
-Deberías ir a terapia - le dice Jacqueline, expulsando humo.
-Me lo pensaré - replica él. A estas alturas ya sabe que no debe contradecirla.
En realidad, no iría a terapia ni en sueños. La meta de la terapia es hacerte feliz. ¿Qué sentido tiene? La gente feliz no es interesante. Mejor aceptar la carga de infelicidad e intentar transformarla en algo que valga la pena, poesía, música o pintura: es lo que él cree.

miércoles, 17 de enero de 2007

Hannah y sus hermanas

Mickey: Subí al anfiteatro y me senté, y era una película que he visto muchas veces, y siempre me ha gustado desde niño. Y miraba a toda aquella gente en la pantalla, y empecé a entrar en la película, ¿sabes? Y empecé a reflexionar. ¿Cómo es posible que pienses en suicidarte?

Vamos, ¿no te parece estúpido? Fíjate en toda esa gente en la pantalla. Son verdaderamente graciosos, y si lo peor es verdad, ¿qué importa? ¿Y si Dios no existe y sólo vives una vez y se acabó? Bueno, ¿es que no quieres pasar por esa experiencia?

No todo es una porquería, qué demonios. Y he de pensar en mí mismo, diantre, no amargarme más la vida haciéndome preguntas que jamás podré contestar; he de disfrutarla mientras dure. Y, bueno, después ¿quién sabe? Quiero decir que quizás exista algo. Nadie lo sabe con certeza. Ya sé, ya sé que la palabra ‘quizá’ es un agarradero muy débil para colgar de él tu vida entera, pero es lo mejor que tenemos. Y entonces me puse cómodo en la butaca y empecé a divertirme de veras.

lunes, 15 de enero de 2007

El misterio a mitad de una vida ordinaria (Don Delillo)

Un HOMBRE y una MUJER en una habitación

MUJER: Estaba pensando en lo extraño que es esto.
HOMBRE: ¿El qué?
MUJER: Que la gente sea capaz de vivir junta. Días y noches y años. Pasan cinco años. ¿Cómo lo hacen? Diez, once, doce años. Dos personas haciendo una sola vida. Compartiendo diez mil comidas. Hablándose el uno al otro, cara a cara, a cara descubierta. Todas esas palabras que llenan la casa. ¿Qué se dice la gente a lo largo de una vida? Están atrapados en la sintaxis del otro. La misma voz. Esa aburrida repetición tonal. Te voy a decir algo.
HOMBRE: Me vas decir algo.
MUJER: Aquí mismo tenemos el misterio. Las personas que habitan tras los muros de la casa marrón de al lado. ¿Qué se dicen y cómo sobreviven? Todo ese dialogo ocioso. La nasalidad. La banalidad. Estaba pensando en lo extraño que resulta. ¿Cómo lo hacen, noche tras noche, todas esas noches, esas palabras? ¿Cómo lo hacen los pocos que lo hacen y sobreviven?
HOMBRE: Hacen el amor. Preparan ensaladas.
MUJER: Pero tarde o temprano tienen que hablar. Eso es lo que destruye el mundo. Quiero decir, ¿no es desgastante sentarse y escuchar a la misma persona todo el tiempo, sin razón, sin coincidencias? Palabras que se alejan. Las pausas. Las frases. ¿Cuántos miles de veces se puede mirar el mismo rostro cansado y ver como comienza abrirse la boca? Hasta entonces todo había ido bien. Todo acontece cuando abren sus bocas. Cuando hablan.[Pausa]
HOMBRE: Aún no me he curado de este catarro.
MUJER: Tomate eso que tomas.
HOMBRE: Las pastillas.
MUJER: Las tabletas.[Pausa]
HOMBRE: Ha sido un día largo.
MUJER: Un día largo.
HOMBRE: Una buena noche de sueño.
MUJER: Un día largo y lento. [Se desvanece lentamente la luz]Telón

Annie Hall

Alvy niño está sentado en un sofá junto a su madre.
Madre: Tiene una depresión muy grande. De repente, ya no hay forma de que haga nada.
Médico (asiente con un cigarrillo en la mano): ¿Por qué estás deprimido, Alvy?
Madre: Cuéntaselo al Dr. Flicker. Ha sido algo que ha leído.
Médico: Algo que ha leído, ¿eh?
Alvy niño: El universo se expande.
Médico (off): ¿El universo se expande?
Alvy niño: Bueno, el universo es todo y, si continúa en expansión, acabará por estallar, ¡y eso sería el fin de todo!
La madre se vuelve hacia Alvy y grita con grandes aspavientos.
Madre: ¿Y a ti qué te importa? (Al médico.) Ya no hace los deberes.
Alvy niño: ¿Y para qué?
Madre (gesticula): ¿Qué pinta el universo en todo esto? ¡Tú vives en Brooklyn! ¡Y Brooklyn no se expande!

domingo, 14 de enero de 2007

"... No obstante, volví a verla. Volví a ver a Annie. Fue en la parte alta del Oeste de Manhattan. Había vuelto a Nueva York. Vivía en el Soho con un chico y cuando la ví, lo estaba arrastrando a ver el documental "La Pena y la Piedad", así que lo tome como un triunfo personal. Annie y yo almorzamos juntos poco después, y hablamos de los viejos tiempos. Se nos hizo tarde, los dos nos teníamos que marchar, pero fue magnífico volver a ver a Annie. Me dí cuenta de lo maravillosa que era y de lo divertido que era tratarla, y recordé aquel viejo chiste, aquel del tipo que va al psiquiatra y le dice: "Doctor,mi hermano está loco, cree que es una gallina". El doctor contesta: "¿Lo ha llevado a un médico?" y el tipo le dice: "Lo haría, pero necesito los huevos". Pues eso, más o menos, es lo que pienso sobre las relaciones humanas, ¿saben? son totalmente irracionales y locas, y absurdas, pero ... supongo que continuamos manteniéndolas porque, la mayoría, "necesitamos los huevos".

Monólogo final de Annie Hall, Woody Allen

Lugares Comunes

La lucidez es un don y es un castigo. Está todo en la palabra: Lúcido viene de Lucifer, el Arcángel rebelde, el Demonio… Pero también se llama Lucifer el Lucero del Alba, la primera estrella, la más brillante, la última en apagarse… Lúcido viene de Lucifer y de Lucifer viene Lux, de Ferous, que quiere decir ‘el que tiene luz, el que genera luz que permite la visión interior’… El bien y el mal, todo junto. La lucidez es dolor, y el único placer que uno puede conocer, lo único que se parecerá remotamente a la alegría, será el placer de ser consciente de la propia lucidez… "El silencio de la compresión del mero estar. En esto se van los años. En esto se fue la bella alegría animal". Pizarnik genial.(…)

El lúcido puede seguir viviendo mientras conserve el instinto de la especie, el impulso vital. Es muy posible que con los años esa fuerza instintiva y oscura se pierda. Es necesario entonces apelar a algo parecido a la fe. Hay que inventarse un motivo, una meta que nos permita reemplazar el impulso animal que se ha perdido por una voluntad fríamente racional. Pero esa voluntad es un motor muy difícil de mantener. De repente y sin motivo, se va, se apaga, desaparece. Es entonces cuando se sigue o no se sigue, se puede o no se puede. Y si no se puede, no hay culpa. No importa el amor de los otros, ni el amor que uno siente por ellos. Si uno no sigue, todo sigue sin uno y sigue igual. Todo pasa, la ausencia pasa. Se conoce a la muerte antes de morir: es un final antiguo, rutinario y común. Es un final deseado que se espera sin temor, porque uno lo ha vivido muchas veces. Todo da igual.

"El despertar de la lucidez puede no suceder nunca, pero cuando llega si llega, no hay modo de evitarlo. Y cuando llega se queda para siempre. Cuando se percibe el absurdo, el sinsentido de la vida, se percibe también que no hay metas y que no hay progreso. Se entiende, aunque no se lo quiera aceptar, que la vida nace con la muerte adosada, que la vida y la muerte no son consecutivas sino simultáneas e inseparables. Si uno puede conservar la cordura y cumplir con las normas y rutinas en las que no cree es porque la lucidez nos hace ver que la vida es tan banal que no se puede vivir como una tragedia."

Guión de Lugares Comunes (c) Adolfo Aristarain y Kathy Saavedra, basado en la novela El renacimiento de Lorenzo F. Aristarain(c) 2004 Ocho y Medio, Libros de Cine